Si
sigues viendo lo que hay afuera de las personas, te quedaras sin poder ver y
disfrutar el verdadero valor de cada ser que se encuentra en tu camino, porque
la única forma de saber a quién tienes frente a ti, es compartir con él y
dedicarle la atención a lo que dice y siente, solamente así podrás descubrir el
enorme regalo que te da la vida a diario, cuando realmente sales de tu
intolerancia y disfrutas de la vida. Vida que te da el reconocimiento del otro. A
veces ese encuentro es de minutos, horas, días, años o una vida, todo depende del
tiempo que la vida les otorga a ambos para disfrutarse y reconocer en el otro
la grandeza de la vida. Realmente solo escuchando y sintiendo al otro es que
podrás darle valor a la vida, tu vida, tu existencia, tu sentir, tu presencia,
tu escucha, porque solo así se vive; eso se debe a que tu naturaleza se basa en
un sentir, sentirte y disfrutar del sentimiento que esta aparejado a tu forma
de ser y pensar. Son tiempos de grandes cambios del hombre hacia una nueva concepción
de un sentir armonioso, fluido y lleno de paz, y únicamente se les otorga a
aquellas personas que han dedicado tiempo a la conexión con su esencia, que es
la única que da vida y trasciende todo aquello que anteriormente se creía importante
y no daba vida.
Hoy,
el corazón se ha puesto al frente, para enseñarte, desafiarte y darte un
sentimiento que creíste perdido y buscabas fuera de ti, en tus compras, en tu
celular, y aquello que te alejaba de la vida, pero al ser el corazón el único que
te da la esencia de la existencia, te está dando circunstancias, eventos y
grandes transformaciones desde tu interior, para que regreses a él, al sentir y
volver a vivir desde el corazón cada momento que tú de forma consciente te
puedes brindar y valorar la vida desde la fuente única que da la existencia.